domingo, 26 de agosto de 2012

El Efecto Gordillo y el patio de vecinos.

He leído miles de opiniones en Twitter, Facebook, periódicos y he oído a decenas de "personajes televisivos" hacer un balance sobre las acciones del SAT este mes de Agosto.

Para empezar diré que hay dos bandos bien diferenciados: los que han entendido lo que se pretende y los que no. Los que no lo entienden están constituidos en un 90% por gente de derechas o por gente que no se preocupa por pensar y se traga lo que le sueltan en los periódicos o los telediarios.

Está claro que los actos realizados por el SAT, tanto la "expropiación" de alimentos de dos centros comerciales (con un valor de unos 1000 euros) como la ocupación de fincas no son más que medidas propagandísticas que buscan fomentar el debate acerca de las condiciones en las que estamos.

Es decir, es una estrategia que fomenta aquella máxima que reza: "Lo importante no es que hablen bien o mal de tí, lo importante es que hablen". 

A mi entender el SAT no quiere lanzar una campaña que llame a la sociedad a la anarquía, ni busca que quienes están en situación límite se lancen a robar y okupar, lo que buscan es que el resto de la sociedad salga de su apatía, del pasotismo creado por el Estado del Bienestar y vuelvan a preocuparse por sus vecinos, por quién no tiene para poner un puchero, por quién no puede darle un lápiz a su hijo para ir al colegio.

Hablando de este tema tengo una añoranza que seguramente nunca se cumpla. Cuando mi abuelo tenía mi edad, tenía dos hijos y vivía en una "Casa de vecinos" donde todos vivían juntos y se preocupaban por todos. Ahora mismo vivimos en bloques de viviendas y nos da igual que nuestro vecino de al lado se esté muriendo de hambre.
Debemos volver a ser humanos, a ser buenos vecinos, a poder contar unos con otros eso será lo que nos dará fuerza como sociedad, ya que mientras estemos desunidos, los buitres de los mercados pasarán por encima nuestra buscando nuestros restos.

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