La lucha del abstemio o como contestar mil veces la misma pregunta

Tengo 28 años, amigos, novia, vida social y un hígado en perfectas condiciones. 

Con 12 años viví una situación relacionada con el alcohol gracias a la cual decidí no beber alcohol de ninguna forma. Supuso en mi un cambio de mentalidad tan fuerte que han pasado 16 años y muchas situaciones diferentes que no han sido capaces de cambiar mi decisión.

Durante estos años he pasado mi "edad del pavo" en la que todos mis amigos bebían los viernes y los sábados mientras yo miraba convirtiéndome en un "cuaderno de bitácora" de todo lo que pasaba. Llegó un buen día en que ese ocio no me llenaba y dejé de salir por las noches a las botellonas pero no deje de tener amigos por eso, cambie mi ocio de alcohol por un ocio de cine y cena, por un ocio de bici y bocata, por un ocio de amigos con los que se podía hablar de cualquier cosa y con los que podías contar para todo y no solo para decidir quién compra los hielos.

Gracias a no tener que dormir las borracheras tenía tiempo para todo, para participar en una ONG como es la Cruz Roja de donde he ganado grandes amigos e incluso conocí a mi pareja. 

He tenido tiempo de desarrollarme como persona, de ser un currante que nunca llega tarde ni con mala cara. He tenido tiempo de conocer mi tierra de la mano de mi chica.

He tenido tiempo de vivir una verdadera vida y no sólo la vida que se ve a través de los ojos vidriosos de alguien cuya única aspiración en la vida es que sea viernes noche y tener algo de dinero para comprar una botella.

Pero no ha sido fácil. La sociedad no acepta este tipo de decisiones y allá donde vayas diciendo que no bebes alcohol y que en una cena importante solo tomarás agua y que no te tomarás la consecuente copa, no eres un compañero "cómodo". No se comprende a quién no bebe, pero la verdad es que no quiero que me comprendan, porque yo si me comprendo.